viernes, 17 de septiembre de 2010

Entrevista a Soizu, por Cesc Fortuny i Fabré

http://lanausea2000.blogspot.com/

VIERNES, SEPTIEMBRE 17, 2010

Nace en Barcelona en 1971. Artista polifacético, de espíritu inquieto, asume la poesía como un taller de experimentación, donde los seres con oficio (como diría Espriu) pueden invocar y provocar el mundo afectivo de los otros.
Su obra, brusca a veces, lírica otras, irreverente y transgresora la mayoría, gusta de la provocación y de la reflexión existencial a partes iguales.
Ha participado en varios talleres de narrativa y de poesía y realizado diversos cursos de literatura. Bilingüe en su educación, su obra se desarrolla tanto en catalán como en castellano, y además de la poesía, escribe relatos así como ensayos sobre música y cine, publicados en diversos medios como La Citara China (revista de “amigos del gu qin”, ensayo musical), La Nausea (ensayo y crítica de cine), Babab (ensayo en castellano), Alfabet (literatura en catalán), Jo Escric (literatura en catalán), Relats en Català (literatura en catalán), Paper de Vidre (literatura en catalán) o Àgora (ensayo musical en la revista del colectivo Artilleria Pesada) entre otros. Ha publicado en España y Puerto Rico, con Ediciones Atenas y con Isla Negra editores. Ha ganado o resultado finalista en diversos concursos de literatura desde el año 1988 hasta el año 1995.
Es músico de metal extremo y música experimental en los grupos, Entropía (como guitarrista y voz), O.D.I. Orquestracions Dissonants Internes (con diversos instrumentos y tecnologías) y Zé Pekeño (un proyecto de Harsh Noise experimental). En su haber cuenta con una larga experiencia en el ámbito musical, ha tocado en los grupos; La Sentencia d’Herodes, Tavaskan, El Cantó fosc, Paradigma, El Club, Les Flors del Mal, Syd Barretina, Pleistocene Mammals yAkollonizer. Y ha participado en varias ediciones del Festival de Jazz de Ciutat Vella,en el festival de música experimental Stripart, en el festival de arte extremo Porno Gore Garrí Extreme Fest en el festival anual de música electrónica de Mipanas, el fesival de otras músicas (((gargall))) de la ciudad de Manresa, el VIII Festival Internacional de poesía Moncayo, y algunos otros.
Su inmersión en las artes plásticas le ha llevado a exponer en Barcelona, Monistrol de Montserrat, Collbató , o El Bruc entre otros.


Butoh:
Según reza la enciclopedia libre Wikipedia, "El Ankoku Butō (暗黒舞踏) conocido en occidente simplemente como Butō -o Butoh por su transliteración inglesa-, es el nombre utilizado para referirse al distinto abanico de técnicas de danza creadas en 1950 por Kazuo Ohno y Tatsumi Hijikata, que, conmovidos por el fatídico bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, comienzan con la búsqueda de un nuevo cuerpo, el cuerpo de la postguerra. Cabe aclarar que durante esa década, las imágenes de algunos sobrevivientes llenaban las calles. Estos caminaban con sus cuerpos quemados y con los globos oculares reventados y colgando sobre sus mejillas. Así nació el Butō, la danza hacia la oscuridad.
Normalmente involucra movimientos lentos, expresivos e imaginativos. La temática del butō es tan amplia como difusa, tocando aspectos fundamentales de la existencia humana. Es habitual explorar la transición entre estados anímicos y, a la vez, el cambio de la forma física del cuerpo humano en las formas más variadas, ya que el bailarín de Butō deviene mediante la danza (y su técnica particular) en distintos objetos, figuras, en fin, en distintos cuerpos. El Butō es una reflexión del cuerpo sobre el cuerpo y el lugar que este ocupa en el Cosmos. No hay decorado o vestuario determinado; es habitual que los intérpretes actúen desnudos o pintados de blanco. La improvisación es parte fundamental de este estilo de danza, la idea no es pensar el hecho sino sentirlo: "No hablar a través del cuerpo, sino que el cuerpo hable por sí sólo".




Iker y Amaia, conforman uno de los proyectos más interesantes, oscuros y profundos del panorama underground que opera en Barcelona por estas fechas, y se llaman Soizu.

Apuestan por una puesta en escena de gran potencia estética, a cargo principalmente de Amaia, bailarina de la dificil técnica nipona Butoh, aunque la concentración de Iker en sus artefactos y máquinas, contribuyen a crear un ambiente asfixiante a la par que muy sofisticado.

El sonido de Soizu es denso, lleno de matices que mutan y se transforman, un magma a medio camino entre el Drone y el Ambient, cabalgando sobre el Noise. Un magma donde Amaia se desenvuelve como un fluido, transformando sus facciones en muecas desencajadas, porque sí amigos, Amaia es capaz de bailar hasta con la lengua, y os aseguro que este que subscribe ha presenciado tal muestra de control muscular.



Me gustaría empezar esta entrevista con una pregunta a ambos; contadnos por favor cuáles son vuestros orígenes musicales y de danza, en qué otros proyectos habéis participado, y por tanto de dónde proviene vuestra formación artística y musical.

Iker: Yo vengo de tocar en varios grupos, empecé a los 16 o así en un grupo de trip-hop de Vitoria llamado Bleech. Fue una gran experiencia y descubrí un estilo que por entonces no conocía y me abrió bastante la mente. Después estuve en Factor Rhesus, un grupo de metal y luego vuelta al trip-hop con Atomoog. También estuve en un proyecto de una cantante vasca llamada Sorkun, con ellos grabé los dos primeros discos e hice la primera gira. Respecto a la formación, pues de pequeño probé solfeo y piano hasta que descubrí la guitarra con Arturo Blasco. Hace poco hemos grabado juntos unos temas y es una de las personas que más me ha enseñado.


Amaia: Mi formación artística es autodidacta y variada, orientada a investigar en la Expresión y la Naturaleza, principalmente con el cuerpo y la voz. Con respecto a la danza mis orígenes físicamente hablando son las artes marciales y el deporte, así como disfrutar y conocer mi cuerpo bailando desde pequeñita durante largos ratos en las verbenas con mis padres y hermana. En la adolescencia practiqué la danza tribal africana y afrocaribeña durante unos años con representaciones por Euskadi y después continué probando diferentes danzas.



Amaia, ¿cómo empezaste con la danza Butoh? y más concretamente, ¿cómo te metiste en este mundo y qué te gustó de esta danza tan particular? Realicé un trabajo maravilloso con Carlos Pusseto de danza evolutiva y Cristina, la mujer que llevaba el espacio, practicaba Butoh. Un día después de clase me habló y mostró un vídeo de un bailarín de Butoh (Katsura Kan). Me interesó y después conocí a Rosana Barra (Cuerpo Transitorio) y me encantaron sus clases. Me gustó el Butoh porque cubría todos los aspectos en los que yo estaba interesada: un trabajo físico profundo y un planteamiento energético y espiritual.



Iker, ¿qué te atrajo de las llamadas nuevas músicas? ¿Siempre has tocado este tipo de estilos, o has tenido experiencias en otras disciplinas más convencionales?

De las nuevas músicas me atrae sobre todo el sonido, me encanta trabajar con el sonido dejando un poco de lado lo que es melodía y ritmo tradicional. Yo empecé escuchando a Kortatu y a Negu como casi todo el mundo por Euskadi, luego el heavy... y gracias a un bar que había en Vitoria (Galtzairu) descubrí el rock industrial y el EBM (NIN, Strapping Young Lad, Front Line Assembly...). Poco a poco empecé a escuchar más cosas como Coltrane, grindcore, postrock, grupos de la primera época de la música industrial (Laibach, Neubauten...) y sigo encontrando cosas interesantes en cualquier estilo.


¿Desde cuándo estáis activos con este proyecto?

Como Soizu llevamos desde el 2008.



Habéis trabajado en buena parte de Euskadi, pero también en Barcelona y aledaños. ¿Dónde os sentís más arropados, y en consecuencia, dónde encontráis mayor respuesta e interés por vuestra propuesta y en general por las propuestas más vanguardistas?

Amaia: En este sentido no sé qué responder. Es una sorpresa estés donde estés.

Iker: Yo creo que en estos estilos la afluencia de público siempre es escasa, pero hemos encontrado buenos amigos que nos han ayudado un montón.



Hasta hace muy poco, que tuve el placer de charlar con Iker en la quinta edición del Porno Gore Garrí Extreme Fest, creía que Soizu era un nombre japonés, Iker me arrancó de mi ignorancia revelándome que es en realidad una palabra en euskera. ¿Qué significa vuestro nombre y por qué lo escogisteis?

Soizu en realidad es una contracción que se realiza al hablar. So egin ezazu, Soizu, significa
'pon atención'. Lo escogimos por su sonoridad y porque consideramos que cuando estás atento se te descubre aquello que de otra forma pasa desapercibido.



¿Qué objetivos a nivel de expresión o de discurso tenéis marcados, es decir, cuál es vuestro mensaje último, o el sentido arcano de Soizu?

Amaia: Transmutar

Iker: A mi me gustaría que a la gente se le despierte algo cuando nos vea. Yo por ejemplo cuando veo algo que me llega, me entran muchas ganas de seguir creando y si eso se contagia es la ostia.


¿Qué significa para vosotros la cultura nipona de la segunda mitad del siglo XX? ¿Es casualidad que uséis la danza Butoh como herramienta visual y de expresión?

Iker: Yo no conozco mucho la cultura japonesa, me gustan las películas de Ozu, Kurosawa y Mizoguchi y también la escena de noise Japonesa (Merzbow, Masonna), de gran intensidad.

Amaia: Me interesa la cultura nipona por sus reflexiones y visión espiritual. No he estado en Japón, por lo que solamente puedo hablar de lo que me ha llegado por los medios (películas, lecturas) y contacto con personas. Creo que es importante conocer el contexto cercano a 1950: La II Guerra Mundial acabó en 1945 con el bombardeo de Hiroshima y Nagashaki, y en su rendición Japón tuvo que aceptar bases militares estadounidenses en sus suelos, así como cambios constitucionales y consecuentemente culturales. Considero que el Butoh nace de una rebelión, de una necesidad de protestar de otro modo y desde otro lugar, de gritar los tabúes, de cuestionamientos sociales, existenciales, de penetrar en el inconsciente de cada uno y de todos.

Yo nací en el País Vasco, mi contexto cultural es bien distinto y lo respeto. De hecho, cada cual pertenece a su propio Butoh y ahí se encuentra la búsqueda y la unidad.



Si tuvieseis que elegir una ciudad de Europa para actuar, ¿donde sería? ¿por qué razones?

Cualquiera. Cada espacio y público son un mundo y todos son interesantes.


En la ocasión en que tuve la oportunidad de disfrutaros, actuasteis en “Los bloques fantasma” una emblemática casa ocupada de Barcelona, ¿actuáis a menudo en centros sociales ocupados? ¿tenéis algún vínculo con el mundo de la ocupación o con los movimientos libertarios?

Iker: Yo personalmente he visto los primeros conciertos de mi vida en el Gaztetxe de Vitoria. Me parecen sitios imprescindibles para la difusión de cultura alternativa.

Amaia: Aparte de la autenticidad espacial de los lugares okupados también nos gusta apoyar determinadas formas de vida e ideología. Hay muchísima información que se pierde en el camino mediático y por suerte hay personas y lugares en los que se lucha por un pensamiento propio y se difunden propuestas que cambian el matiz del pensamiento y aportan aire a la masa cuadrada que intenta convencernos de algo que no es real.


¿Qué mensaje pretendéis mostrar a nuestra sociedad? ¿en qué pretendéis que cambien nuestras conciencias?

Amaia: Mi propósito es ahondar en aquello que desconocemos y que no llegaremos a conocer utilizando la mente. No creo que podamos cambiar conciencias, aunque tal vez sí (tal vez) abrir caminos y sendas de luz en la oscuridad.

Iker: yo soy un inconsciente, no me toméis en serio de seriedad.





¿Habéis participado en algún encuentro o festival de danza Butoh?

Sí, de momento sólo hay uno en España que se celebra en octubre en Barcelona y actuamos el año pasado en su segunda edición.


Existe un debate abierto, sobre si las disciplinas vanguardistas, deben ser difundidas o no. Algunos argumentan que contra más se conozcan, mejor acogida tendrán, y que si es posible, debe intentarse llegar al gran público. Otros en cambio, mantienen que la difusión traerá consigo la desvirtuación y la transformación de estas artes en un mero producto de mercado. ¿En cuál de las dos opciones os posicionáis, o qué opinión tenéis al respecto?

El miedo a la desvirtuación y banalización están ahí, está claro, pero consideramos que lo importante es la coherencia desde la que se trabaja. Creo que cuanta mayor es la difusión mayor ha de ser la honestidad y claridad de planteamiento para no verse afectada la orientación de trabajo.

Existen propuestas (otras no) que en su momento fueron underground y que posteriormente llegaron a un público mayor sin perder su alma genuina. Si Cage se hubiera quedado componiendo en su barrio no hubiéramos tenido el placer de disfrutarle. Creo que llegar a las masas no conlleva olvidar de dónde provienes, y si éste es el underground, tenemos dos pies para balancearnos y experiencias que agradecer.





¿Aspiráis a vivir de esto, os lo tomáis como un hobby o qué actitud tomáis referente a estos temas?

Amaia: No lo siento como un hobby, menos aún como un negocio. Es algo que me lleva a habitar un estilo de vida y me gusta. Si algún día puedo ganarme la vida con ello genial, ya que es preferible dedicarte en la vida a lo que más te interesa. Pero también he aprendido que somos tocados por experiencias que no necesariamente se dan en nuestro entorno artístico y que marcan nuestro desarrollo. Conclusión, si puedo vivir de ello genial, si no espero ganarme la vida en algo que también me enriquezca y agrade.

Iker: Creo que es interesante poder obtener ingresos de ello para poder dedicar el tiempo que merece. Nuestros trabajos, con los que ganamos dinero para vivir, normalmente exigen muchas horas y cuando salimos de ellos todavía nos queda dedicar mucho tiempo de trabajo a estudiar, practicar e investigar cosas que hacen que el discurso de Soizu se enriquezca. Considero que cobrar dinero por tu trabajo no significa venderse, y por el contrario, se puede ser un vendido sin llegar a ganar cantidades importantes de dinero.


La estética de Amaia está altamente cuidada. Iker, ¿cuidas también tu vestuario a la hora de salir a escena o consideras que ese papel debe recaer en Amaia?

Iker: Sí, sí intento tener una imagen concreta y que estemos en consonancia. El grupo somos dos personas y los dos estamos visualmente en el directo.


Contadnos por favor, si tenéis proyectos paralelos y en qué consisten.

Iker: Aparte de mis creaciones en solitario, tengo un proyecto de improvisación junto a Arturo Blasco, también un programa en Radio Bronka que se llama La Gruta del Aurículo y junto a Amaia una plataforma para difusión de cultura y arte que acaba de empezar y se llama Zulo Beltzak.

Amaia: Hago mis “cosas” y colaboraciones, pero de momento no tengo otros proyectos concretos.



Habladnos del futuro, ¿cuál es vuestro futuro a corto y a largo plazo? ¿qué actividades y conciertos nos ofreceréis?

En el presente trabajamos en una nueva pieza que se llama Impertenencia. Su origen es la 'no pertenencia' a unos parámetros establecidos y la impertinencia humana.

También surgen directos de improvisación pura que son retos muy divertidos para nosotros.

Con respecto a las futuras actuaciones, hay una muy interesante que tendrá lugar en junio en un espacio exterior del pueblo de Olesa de Montserrat. No obstante, en soizu.blogspot.com vamos colgando los nuevos movimientos.


En fin amigos, para terminar, si os apetece podéis añadir lo que os guste para nuestros lectores de “La Nausea”.

Nos gustaría añadir que ha sido todo un honor encontraros y el modo en que fue.

Durante la actuación en los Blokes nuestra sensación era que estábamos pasando desapercibidos, en principio porque apenas había público en nuestra actuación (en la siguiente se llenó). Al acabar el bolo resultó que alguien, vosotros, lo disfrutasteis y por eso (y por lo propio, claro está) merece la pena mostrar el trabajo, calentar físicamente en un metro cuadrado rodeada de lavadoras, caminar descalza sobre un suelo frío y sucísimo, llevar un equipo que pesa subiendo y bajando escaleras... Sí, merece la pena.